El odontólogo puede solicitar al paciente dos tipos de estudios radiológicos:
- Ortopantomografía: sirve para hacer un primer diagnóstico general de la boca, donde se valora a nivel implantológico la altura del hueso y las estructuras adyacentes de forma bidimensional.
- TAC: es un elemento de diagnóstico más que ayuda a valorar el hueso y las estructuras adyacentes de forma tridimensional.
De esta forma, conseguiremos un estudio lo más detallado posible de la zona a trabajar.
En este punto comienza la fase quirúrgica (cirugía) que se lleva a cabo en la consulta del odontólogo. El paciente recibe anestesia local y el cirujano comienza a trabajar en la colocación del implante.
Una vez finalizada la cirugía, comienza el período de osteointegracíon (implante-hueso) que dura entre dos y cuatro meses. Tiempo en el que el implante poco a poco se va integrando en el hueso hasta quedar totalmente unido a él.
Después del período de integración el dentista entra de lleno en la toma de impresiones que sirven para elaborar la corona (diente) o la prótesis correspondiente, que se colocará sobre el implante o implantes que el paciente tiene en boca.
Las prótesis que se colocan sobre implantes pueden ser removibles (se las puede quitar y colocar el mismo paciente) o fijas ( las cuales pueden ir atornilladas o cementadas, ya sean coronas individuales o puentes de varias piezas)
El laboratorio protésico es quien fabricará la prótesis. Para ello disponemos de diferentes materiales, desde los mas estéticos como el zirconio, el disilicato o la porcelana feldespática entre otros, hasta los más comunes como el metal porcelana.